Thursday, January 1, 2009

Panacea musical

El celular sonaba sin piedad a las siete de la maniana. Lo primero que buscaban mis ojos era el sol. Solo de el dependia mi humor.
Groundation me envolvia en coraje y me llevaba hasta la ducha. Aun con los ojos casi cerrados.
El mate en la mesa, esperaba mis intermitentes cebadas mientras me cambiaba y recordaba la noche anterior.
Donna maullaba reclamando su comida.
Los vecinos llamaban apurados al ascensor, echandole la culpa a un tal Ignacio por que se retrasaban.

Minutos mas tardes, Zeppelin me acompaniaba a la parada del amado-odiado colectivo azul y oro.
Cuando el sol se hacia mas fuerte le pedia que me lleve con el. Lo espiaba de la ventana del repleto 53, mientras La Renga se preguntaba cuando vendrian los dias de sol..
Y en esos momentos la felicidad se llamaba cotidiana.
Mas tarde el antro, las paredes grises y las jefas impacientes se preguntaban por que no se habia hecho esto, lo otro, y esas cosas que solo le interesan a las personas que no les interesa ninguna otra maravilla en el mundo.
Y yo me preguntaba por que no habia ventanas.
Y yo me preguntaba cuando vendran las noches de estrellas.
El mate del mediodia y los sanguchitos comprados en el almacen de mitad de cuadra. Los cigarrillos consumidos uno tras otro en la puerta del lugar, rezando que duren horas para no tener que volver.
Pasando el rato, para hacer de la jornada laboral algo un poco mas satisfactorio, las imagenes del google me mostraba como era Nueva Zelandia, y el horoscopo semanal me decia que no me impaciente, que al sol ya lo tenia en la espalda junto con las ochos estrellas que habia sabido conseguir.

La libertad de las cinco de la tarde, rebozaba de entusiasmo mis mejillas. Y el antro desaparecia cuando cerraba la pesada puerta verde, y no miraba para atras.

La noche traia consigo la abundancia espiritual, y Victoria me ofrecia una cerveza en su terraza, mientras tocabamos el organo y la pandereta, mientras hablabamos del camino del artista, de los rocker-barrial con suenios de la Rolling Stone y de los hombres de edad y pelo largo que no se animaban a una cena.

El finde semana nos llenabamos de Palermo. De hermosas fiestas punkers y de horas de suenio atrasadas.

Nadia me llama para decirme que los Caballeros de la quema habian vuelto a tocar, por unica vez, en Niceto. Y me hace escuchar, por celular, a Ivan pidiendo que ya no se chamuye.

Dorados dias que vuelven a cada segundo para recordarme lo barato que cuesta ser feliz.
Instantes que me llegan con el viento para iluminar cualquier ruta que tenga corazon.

1 comment:

  1. ey siiii!!! cualquier ruta que tenga corazon!!
    corazon
    garra
    pulenta
    huevo

    y amor .. mucho amor en ese cuore angelettina!!

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